martes, enero 27, 2009

Ahora que me acuerdo...

El otro día os conté que nos habían puesto un nuevo ascensor, su pareja esta en proceso, que parecía un lugar donde se ejerce la profesión más antigua del mundo, pero se me olvidó comentaros a dónde lleva el mismo. Pues la cabina con azul celeste y luces íntimas no lleva a otro sitio más que a un piso con mujeres que ejercen..¿a qué no sabéis qué? Efectivamente, el oficio más antiguo del mundo.

Llevan ya una buena temporada al mi lado, sí, sí, están en el piso de al lado, y la verdad es que ya ha pasado de todo. La última fue un cliente que llamó al timbre, bueno lo que queda de él porque tenemos el portal en obras y por no haber no hay ni puerta, y dijo: “¿me abres?”. A lo que mi madre le respondió: “¿el qué?”. Claro, a mi madre le salió del alma porque realmente no hay nada que abrir, ya que como os he dicho no hay ni puerta, pero a mi se me ocurrieron muchas burradas que podía haber dicho aquel señor.

Estaba yo un día a las 8 en casa con Alicia y llamaron al timbre. Le dije a Ali que seguro que era alguno de “esos” y cuando descuelgó el telefonillo ( no se porque se llama así porque es más grande que cualquiera que tenemos por casa ) y me dice una voz al otro lado: “¿es el séptimo A?”. Claro lo normal es que pregunten por alguien y se equivoquen, pero tocar un piso y no saber ni a cual has tocado…

Ha muchos les cazo nada más entrar al portal. Todavía no he fallado ninguno. Será que tienen cara de putero, yo que se. Hubo uno que cuando vió que yo le daba al séptimo, el se quedó y subió hasta el octavo. Casualidad para el pobre hombre, que llegué al séptimo y estaba mi tío el en rellano con mi madre y les conté la historia. Pues allí nos quedamos para putearlo (nunca mejor dicho) y el mocete bajo andando hasta el sexto y cuando nos fuimos todos ( yo me quede mirando por la mirilla ) apareció de nuevo por el séptimo y entró cual rayo en el “sitio”.

Otro día mi madre tuvo que sacar a uno que se había metido, como se suele decir, hasta la cocina, aunque en este caso fue literal. Estaba mi madre sacando la compra del ascensor ( esa compra que se hace para toda la semana ) y entre viaje a la cocina y viaje al ascensor se encuentra a un tío en el pasillo de casa. Mi madre le preguntó a ver que hacía allí y el otro le dijo: “ya sabes el qué”. Más vale que el hombre al final se dio cuenta del error y se fue, porque si no, hubiésemos tenido algún que otro problema.

En fin, la verdad es que problemas graves no hemos tenido, y ell@s ( pongo esto porque todavía no se seguro el sexo de alguno de los indivíduos que habitan ese piso ) se portan fenomenal y no molestan a nadie. Lo único que pasa es que tener a tantos tíos todo el día de arriba abajo intentando no ser vistos, pues da para muchas historias. Ya os seguiré contando que me he dejado alguna.

Por cierto, antes de que lo preguntéis, no he disfrutado de su compañía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pobrecito...como pudiste hacerle bajar hasta el sexto...las energías que perdería el pobre tanto "sube y baja" jijiji

Anónimo dijo...

Y las que habría perdido después con tanto "entra y sale"??

(perdón, pero es que la has dejao a webo)