¿Es lo que queremos?

El sábado por la noche estaba sólo en casa viendo un rato el US Open de golf y los comentaristas comentaron un suceso del día anterior en ese torneo. Un jugador australiano ( Adam Scott ) estaba preparándose para dar un golpe, pero la gente estaba gritando porque en el hoyo de al lado estaba llegando un jugador al "tee" de salida. Pues bien, el caddie de Scott, pidió silencio para que el jugador pudiese jugar su golpe, pero ante su asombro un padre con un chaval le empezaron a insultar e incluso llegaron a intercambiarse empujones. La cosa no llegó a más porque intervino la seguiridad del torneo.

Y yo me pregunto, ¿ese es el ejemplo que queremos dar a las nuevas generaciones? Un padre normal, habría guardado silencio e incluso pedido disculpas haciendo ver al chaval que esa conducta era inadecuada. Pero este padre, lejos de ser educado, enseña al hijo a compartarse a gritos, insultos e incluso agresiones. Lo malo es que luego tenemos la cara de decir que es que la juventud viene muy mal eduacada y descarada, cuando somos nosotros los que no sabemos educarlos como es debido. Todos tendríamos que hacer autocrítica y empezar a corregir ciertos comportamientos, sobre todo delante de jóvenes que nos pueden estar tomando como ejemplo.

Cuando mis primos pequeños hacen algo mal, como no dar las gracias cuando alguien les ayuda, o no dejar pasar a las personas mayores o cosas por el estilo, les corrigo siempre porque creo que es mi deber cuando estan conmigo. Mi madre me dice que eso es labor de mis tíos, pero si ellos no están presentes, creo que tengo un deber moral de corregir esas acciones.

En fin, parece que la educación, al igual que el oso polar, está en peligro de extinción.