Nos timan

Te conectas a internet. Tú sólo quieres mirar una noticia que te han comentado. Dado que es de ámbito local y de poca importancia, supones que sólo serán un par de parrafos y seguramente no habrá ni foto.

Entras en la página web del diario de tu ciudad. Hace poco que tienes internet y tienes la conexión más normalica de todas, que te dicen que es 1Mb, pero no llega realmente ni a medio. De todos modos, para lo que poco que usas internet, te vale.

Pues bien, antes de conseguir llegar a la portada del diario, te aperecen anuncios de cosas que no sabes que son, pero eso sí, ¡qué rapidez! Piensas que la conexión se ha arreglado o te la han aumentado por algún tipo de sorteo. Pero la realiad llega cuando accedes a la página. Parece que hay un chino caligrafiando las letras una por una, porque aquello es más lento que el caballo del malo. Eso sí, a la derecha de la pantalla, ves a un niño tomando sopa y la ventanita del anuncio va perfecta. Sigues esperando a que el chino acabe de caligrafiar mientras el niño ya está hasta los cojones de la sopa, porque se ha tomado ya unas 12.

Por fin carga la página y buscas el enlace de la noticia. Le das. Empieza a cargar y está vez te sale un amable vendedor de cuentas naranjas. Tiene tiempo de anunciarte la de ahorro, la vivienda, la de jubilación... pero tú página no termina de cargar.

Cuando por fin parece que vas a poder ver lo que realmente quieres ver... ¡sorpresa! ¡¡error 404!!

¡Qué bonito es internet si eres un anuncio!