jueves, febrero 17, 2011

13 rue del percebe

Anda que no me habré reído yo con mi tía leyendo el famoso comic del "13 Rue del Percebe", pero cuando sin comerlo ni beberlo te conviertes en inquilino de tan singular edificio, pues la cosa cambia.

Pongamos un bloque de viviendas estandar, de 7 alturas y 4 letras por planta. Eso nos da un total de 28 pisos, que si contamos que albergan a 3 personas, nos da un total de 84 alegres vecinos.

Bien, tener un vecino raro pongamos que es lo normal, dos ya es más extraño. Pues bien, yo vivo en un bloque de 8 alturas y 2 pisos por planta, lo que da un total de 54 dicharacheros vecinos. Y eso que he contado 3 individuos por vivienda, cuando se de sobra que no hay tantos.

En mi caso, yo no tengo un vecino tarado, ni dos, que es más raro, yo tengo a 3 energúmenos de caverna cuaternaria dando por culo día sí, día también, todo depende de si me los junto o no.

Vayamos por alturas. Primer piso. Varón tonto de culo, pasado los 50, amargado de profesión y tocapelotas en sus ratos libres. Como hobbie, se le ha visto rociar el portal con aceite usando una broncha y un tarrito. ¿Objetivo? Que los niños que habitan por el McDonals no estacionen sus culos allí. Pero... ¿y el resto? Mis colegas están avisados, pero no quita para un día puedan ponerse en una sartén y convertirse en frito típico de bar de la parte vieja.

Seguimos con la planta tercera, mi preferida. Viejo verde en toda regla. No tiene reparo alguno en mirarte de arriba a abajo, mientras seas ser humano. Está claro que vive sólo porque merodea por el garaje sin tener coche, te da la chapa hasta el infinito mientras intentas disimuladamente darle 300 veces al botón de cerrar las puertas del ascensor, y hace amistad con cualquier persona que se cruce en su camino.

Cuarta planta. Peligro de muerte. Aquí vive el auténtico cromagnon. No conoce producto de limpieza alguno, ¿Para qué? Pensará él. Lo he visto en las más variopintas situaciones. Las más grotestas, cuando estuvo gritando como un loco a un vecino en el portal por vete tú a saber qué, y cuando salió al rellano de la escalera y se puso a gritar e insultar a los pobres currelas que estaban haciendo obras en el octavo. A parte de eso, lo he visto tirando en el portal a oscuras como si estuviese esperando que llegaras para darte "lo tuyo" cual película de gansters.

Por suerte, ya no tengo más tarados en el edificio, aunque creo que con estos tres, tengo motivos más que de sobra para comprar una recortada y darme un paseo por el "13 rue del Percebe"

Espero que no tengáis estos "homo no sapiens" en vuestras casas.

5 comentarios:

drakul dijo...

Yo tengo un homo musicae... y creeme, vale por los tres tuyos

Por cierto, ¿tienes algo contra los que vivimos sólos?

Yuck dijo...

¿Y las putas?

ertxo dijo...

Yuck, hace año y medio que vivo con Ali, las putas estaban en casa de mis padres.

Drakul, en contra de estos sí, de ti no.

Yuck dijo...

Ah, ok. Ya se que vives con Ali, lo que no sabía era si las putas eran de este bloque tan "pintoresco"

Uno que pasa dijo...

Que mal ha sonado eso de que "estaban en casa de tus padres"... será en el edificio. Es que los mal pensados solemos pensar mal.