De nuevo el Boss

Una vez, y ya van 9, volvi a ver a Bruce Springsteen en directo. Eso sí, me he quedado con la sensación de que seguramente sea la última. Supongo que será porque los ve muy mayores, aunque eso pensaba también en 2003 y ahí siguen 6 años después.

Fui con mi amiga Lucy. Llegamos el viernes a casa de un colega y antes de ir a dormir, nos dimos una vuelta por la Pucela noctura, aunque estuvimos en garitos heavies, que a estos dos les encantan.

A las 8 de la mañana pusimos rumbo al estadio donde nos dieron los números 298 y 299. Hasta las 10 no se pasaba lista y luego fuimos a desayunar algo sin saber la que nos venía encima, literalmente. ¡Qué manera de llover! La gente agotó los chubasqueros y paraguas del Carrefour cercano. Algunos incluso compraron pantalones nuevos para cambiarse.

A la 1 tocaba de nuevo lista, ya con sol, y reparto de pulseras. Una vez conseguidas, nos pudimos ir hasta las 4, tiempo que aprovechamos para ir a comer algo con el colega Curi, que se portó como un anfitrión perfecto.

Después de una comida ligera y unas cañas, pusimos rumbo a la cola. A las 17:40 entramos al estadio, en grupos de 60 en 60 y andando para evitar problemas ( un 10 para la organización ), y cogimos sitio muy cerca del escenario. Tocaba lo peor de todo, 3 horas de espera en el PIT. Pero todo se olvido a las 21:15 cuando empezó todo. Un pasodoble con el acordeon para empezar por parte de Roy, y la siempre eléctrica "Bad lands" para comenzar casi 3 horas del mejor rock.

Si bien el set-list estuvo muy lejos de la calidad mostrada en Bilbo, el vivirlo en pista hizo que casi se igualaran los dos conciertos, porque en grada se pierde mucho, por muy bueno que sea el repertorio.

Hubo momentos memorables, como cuando recogió un cartel que decía que no tenía pelotas de tocar "Big Balls of fire". Y las tuvo, vaya si las tuvo, uno de los mejores momentos del concierto sin duda.

En los bises creo que fue donde no supo cerrar bien el set-list, siendo demasiado previsibles y sin sorpresas ni grandes canciones. "kitty´s back" o "thunder road", seguro que hubiesen hecho salir a la gente con otra sensación.

La segunda noche también fue de marcha por bares de greñudos vestidos de negro.

En resumen, un gran concierto con un Bruce muy entregado en que se pudo mejorar el repertorio.

Eso sí, hemos ganado una nueva fan, ¿verdad Lucía?