miércoles, marzo 28, 2012

Sobre derechos

Mañana tenemos huelga general. Está bien, al fin y al cabo todo el mundo tiene el derecho a la huelga. Lo que no me gusta es que el que hace huelga tiene derecho, pero el que quiere trabajar no. Si quieres hacer huelga, te quedas en casa o vas a manifestaciones, pero no molestes a la gente que quiere trabajar. Y no es que haya gente que quiera trabajar, sino que lo necesita porque pueden perder desde 100€, hasta el trabajo por el camino. ¿Es lógico apoyar a los trabajadores intentando quitarles derechos? Si yo defiendo a un trabajador, ¿es lógico que le impida ir a trabajar sabiendo que le puedo perjudicar?

Mañana nosotros vamos a cambiar la rutina de trabajo para poder trabajar tranquilos. ¿Realmente me están ayudando los sindicatos? Yo creo que provocar miedo, no es ayudar.

Está muy bien salir en portada del periódico portando una pancarta pidiendo cabezas pero, ¿realmente apoyas a quien debes?

Para mi los sindicatos, son como los partidos políticos, una forma de ganarse la vida hipócrita, ya que dicen preocuparse por los ciudadanos, cuando realmente sólo se preocupan por su bolsillo. Si me dejan, saco a este país de la crisis rápidamente: fuera sueldos vitalicios, fuera prejubilaciones, fuera dietas de políticos, fuera la subención aberrante que recibe la Iglesia y persecución incansable a la economía sumergida. Con todo esto que acabo de poner, estoy convencido de que las cosas irían mucho mejor para la gente de a pie, pero... ¿para lo que mandan?

Yo creo que hay que protestar, pero que nadie me obligue a hacer huelga. Si quiero, ya protestaré yo.

viernes, marzo 02, 2012

No hay igualdad

Acabo de leer en prensa, que la mujer que mató a su marido, ha sido condenada a 3 años de prisión, y con un poco de suerte, se quedan en 2 y no ingresa en la cárcel. Estoy totalmente convencido de que si hubiese sido hombre, ahora mismo estarían rodando cabezas y habría un montón de manifestaciones de apoyo a la víctima. ¿La muerte de una mujer vale más que la de un hombre? Ya en su día tuve que aguantar cosas como "algo habrá hecho el marido", "por fin una mujer valiente", y cosas por el estilo. Parece que sólo tienen derechos las mujeres. Aquí se ha matado a una persona y se debe pagar por ello. Se decía que el marido le pegaba. Lo primero, eso no es motivo para matar a nadie, y segundo, ¿dónde estaban los hijos? Porque los muchachos, que pasaban los 30, reconocieron esos malos tratos. Yo, a mis 30 años, si me entero que mi padre le pone la mano encima a mi madre, me falta tiempo para echarlo de casa y no dejar que se acerque a ella. ¿Qué clase de hijos son que permiten estos abusos?

Y para rematar toda la historia, es un país donde todo el mundo estamos en contra de la violencia de género y donde está tan presente el tema en el día a día, se pone juzgado popular. ¿Qué esperaban conseguir? Bueno, parece que han conseguido lo que querían, dejar en la calle a una asesina y lavarse las manos.

¿Igualdad? Creo que no.

jueves, marzo 01, 2012

Incrédulo ( II parte )

Si hace unos días criticaba la dura actuación policial en Valencia, hoy tengo que hacer crítica del bando estudiantil. Al abrir el diario he visto como un trabajador de un banco, se tenía que enfrentar a dos jóvenes encapuchados que le estaban atacando.

¿Dónde vamos a llegar? Para protestar no hace falta enfrentarse a nadie, y menos a gente que no tiene la culpa de nada, como este empleado.

Con los actos violentos se pierde toda la razón que uno pueda tener, y acaba conviertiendo al malo, en bueno, como pasó con el famoso tartazo a la presidenta de Navarra.

Hagamos las cosas bien. Si quieres protestar, protesta, pero hazlo dentro los límites.