Ayer baje a comprar con Alicia al super y cuando estabamos en la carnicería pidió mortadela. La de recuerdos que me vinieron a la mente. Hacía años que no comía y me entraron unas ganas tremendas de comerla. Después de entrenar, llegue a casa y para cenar me preparé un bocata de este embutido rosa, delgadito y muy, muy rico.
Recuerdo que cuando me ponía los bocadillos mi madre, siempre le decía que lo llenase bien, que no fuese rata. Ayer me lo preparé como a mi me gusta y lo disfruté como un enano. Vale que no debería comerlo porque rompo un poco mi dieta, pero...¡qué demonios! Un día es un día. Y que me quiten lo bailao.
Cosas que pasan
Hace 7 años
2 comentarios:
Si te digo que me sienta mal te ries no?
De ti no me soprende nada, jeje
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