martes, septiembre 29, 2009

Y Filemona

Ayer baje a comprar con Alicia al super y cuando estabamos en la carnicería pidió mortadela. La de recuerdos que me vinieron a la mente. Hacía años que no comía y me entraron unas ganas tremendas de comerla. Después de entrenar, llegue a casa y para cenar me preparé un bocata de este embutido rosa, delgadito y muy, muy rico.

Recuerdo que cuando me ponía los bocadillos mi madre, siempre le decía que lo llenase bien, que no fuese rata. Ayer me lo preparé como a mi me gusta y lo disfruté como un enano. Vale que no debería comerlo porque rompo un poco mi dieta, pero...¡qué demonios! Un día es un día. Y que me quiten lo bailao.

2 comentarios:

Yuck dijo...

Si te digo que me sienta mal te ries no?

ertxo dijo...

De ti no me soprende nada, jeje