martes, julio 17, 2012

Reflexiones después de las fiestas


Ya han pasado. Una vez más se han terminado las mejores fiestas del mundo. Por desgracia, tengo que decir que he visto muchos “peros”.

Las fiestas empezaron con la suspensión del “Riau-riau!”. El día 5 hablaba con mi padre que seguro que había problemas con su celebración, pero no pensaba que serían tan graves como para llegar a suspenderlo, una vez más. Personalmente prohibiría la estancia en Pamplona durante las fiestas, a todos aquellos que parece que no saben disfrutarlas, pero por desgracia, no depende de mí.

Otro día me levanto con la noticia de que un trabajador de la limpieza ha sido agredido haciendo su trabajo. ¿Se puede caer más bajo? Parece ser que el trabajador pidió espacio para poder realizar su trabajo y como recompensa, se llevó 4 días de ingreso en el hospital. ¿Estamos locos? En vez de valorar la inmensa labor de esta gente, sin la cual no tendríamos fiestas, vamos y les agredimos. Lamentable señores.

Como todos los años, y parece mentira que ya no escandalice a nadie, hemos tenido agresiones por arma blanca e intentos (no tengo constancia de que se llegara a más) de agresión sexual.
Vosotros no sé, pero yo empiezo a pasar cada vez más vergüenza en los sanfermines. A mí me dieron un codazo en el chupinazo, me intentaron vaciar una botella de sangría entera en la cabeza y a Alicia le reventó un petardo en la pierna que la tuvo cojeando varios días.

¿Qué pasa?¿En qué se han convertido las fiestas? Damos una imagen al exterior de que esto es un macrobotellón donde todo vale, y nada más lejos de la realidad. Los sanfermines tienen almuerzos, pintxos, gigantes y cabezudos, comidas, corridas de toros, peñas, actuaciones, conciertos, deporte rural, actividades para niños, orquestas, dianas, la Pamplonesa… y un sinfín de actividades que muy poca gente que viene las ve. 

Creo que estamos adaptando la fiesta a los de fuera, en vez de hacer que ellos sean los que se adapten. Aunque sea un ejemplo un poco chorra, hace mucho, pero mucho tiempo que no escucho dos canciones sanfermineras seguidas en un bar, por no decir que ya cuesta oír solo una.

Tengo claro que cada vez me gustan menos las fiestas a partir de las doce de la noche, porque estos días que los he pasado prácticamente solo de día, me lo he pasado genial.

Espero que el año que viene tengamos menos incidentes y la gente se lo pase mejor, aunque yo tengo claro donde y cuando estar y para pasar una fiestas tranquilas.

Ya falta menos.

1 comentario:

Yuck dijo...

Pues sí Javi, esto empieza a ser lamentable hace años. Yo personalmente, y con harto dolor de corazón, me fui el día 10 a los Alpes. 3 días de jungla han sido suficientes.

Eso sí, prueba a mear en un contenedor cualquier otro día del año...