Ya han
pasado. Una vez más se han terminado las mejores fiestas del mundo. Por
desgracia, tengo que decir que he visto muchos “peros”.
Las fiestas
empezaron con la suspensión del “Riau-riau!”. El día 5 hablaba con mi padre que
seguro que había problemas con su celebración, pero no pensaba que serían tan
graves como para llegar a suspenderlo, una vez más. Personalmente prohibiría la
estancia en Pamplona durante las fiestas, a todos aquellos que parece que no
saben disfrutarlas, pero por desgracia, no depende de mí.
Otro día me
levanto con la noticia de que un trabajador de la limpieza ha sido agredido
haciendo su trabajo. ¿Se puede caer más bajo? Parece ser que el trabajador
pidió espacio para poder realizar su trabajo y como recompensa, se llevó 4 días
de ingreso en el hospital. ¿Estamos locos? En vez de valorar la inmensa labor
de esta gente, sin la cual no tendríamos fiestas, vamos y les agredimos.
Lamentable señores.
Como todos
los años, y parece mentira que ya no escandalice a nadie, hemos tenido
agresiones por arma blanca e intentos (no tengo constancia de que se llegara a
más) de agresión sexual.
Vosotros no
sé, pero yo empiezo a pasar cada vez más vergüenza en los sanfermines. A mí me
dieron un codazo en el chupinazo, me intentaron vaciar una botella de sangría
entera en la cabeza y a Alicia le reventó un petardo en la pierna que la tuvo
cojeando varios días.
¿Qué pasa?¿En
qué se han convertido las fiestas? Damos una imagen al exterior de que esto es
un macrobotellón donde todo vale, y nada más lejos de la realidad. Los sanfermines
tienen almuerzos, pintxos, gigantes y cabezudos, comidas, corridas de toros,
peñas, actuaciones, conciertos, deporte rural, actividades para niños,
orquestas, dianas, la Pamplonesa… y un sinfín de actividades que muy poca gente
que viene las ve.
Creo que
estamos adaptando la fiesta a los de fuera, en vez de hacer que ellos sean los
que se adapten. Aunque sea un ejemplo un poco chorra, hace mucho, pero mucho
tiempo que no escucho dos canciones sanfermineras seguidas en un bar, por no
decir que ya cuesta oír solo una.
Tengo claro
que cada vez me gustan menos las fiestas a partir de las doce de la noche,
porque estos días que los he pasado prácticamente solo de día, me lo he pasado
genial.
Espero que el
año que viene tengamos menos incidentes y la gente se lo pase mejor, aunque yo
tengo claro donde y cuando estar y para pasar una fiestas tranquilas.
Ya falta
menos.
1 comentario:
Pues sí Javi, esto empieza a ser lamentable hace años. Yo personalmente, y con harto dolor de corazón, me fui el día 10 a los Alpes. 3 días de jungla han sido suficientes.
Eso sí, prueba a mear en un contenedor cualquier otro día del año...
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