Pequeñas historias

Hoy he ido a tomar el café al lugar de siempre y más o menos sobre las misma hora. Ahí estaban los de siempre tomándo lo de siempre. El camarero me sirve sin ni siquiera pedir. Es lo que tiene tomar siempre lo mismo. No hay periódicos a la vista. Veo a uno que esta terminando el café y al mismo tiempo el preciado tesoro. Disimuladamente, o por lo menos eso creo, voy echando miradas para ver si se va y puedo tener 5 minutos de ingestión de "cultura".

Mientras tomo el café y degusto el bollo, oigo como un señor trajeado pide una napolitana de chocolate y se la toma con cuchillo y tenedor. ¿Dónde está el garrote comido con las manos? Demasiado pijo para mi, un garrote se debe comer con las manos, y llamarlo por su nombre, nada de napolitanas, que suena un poco gay.

Al poco rato entra mi enemiga. Una señora de unos 50 años que me recuerda una profesara que salía en la serie de televisión "Cosas de marcianos". Doctora Mary Allbright se llamaba. Pues bien, esta señora más de un día se rapiña el último garrote de chocolate y me deja con las ganas. Pero es que encima se lo come con cubiertos, ¡¡¡y siempre deja la mitad!!! Pues bien, para colmo, hoy ha venido con su compañero de trabajo ( como todos los días ) y nada más entrar ha coincidido que mi "presa" deja el periódico y el señor este se lo coge al vuelo. Todo mi trabajo de vigilancia a tomar por saco por mis enemigos. No hay derecho.

Hay que ver para lo que dan los 10 minutos del café.