Hay un placer que lo disfruto todo los viernes y sigo sin cansarme de hacerlo. Es la cena con los amigos. Es igual que estemos sólo dos, o que estemos todos, el caso es estar un rato agusto con los colegas comentando la semana y pensando que quedan dos días por delante para hacer lo que nos de la gana.
Esos huevos con jamón, tomate y patatas y unas botellicas de sidra, son un placer increíblemente barato y bueno. Salir después o no, es algo circunstancial, lo que de verdad disfruto es la cena tranquila.
El saber sí ocupa lugar.
Hace 7 años
1 comentario:
A mi me da igual que no sea viernes, o que en vez de cenar sea una caña, disfruto más con eso que con una juerga, auqnue hay tiempo pa to...
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