Segundo día, 7 del 7 del 7. El día grande de las fiestas, que empieza con el primer encierro y sigue con el acto más importante de las fiestas, la procesión del santo. Para los que vivimos en exceso el día 6, el día 7 empezó algo más tarde, más o menos a las 6 de la tarde. La zona con carpas en la cuesta de Labrit fue nuestro primer sitio para darle a la birra que tanto gusta en estas fiestas. A partir de ahí varios bares y cervezas encontrandote con gente de todo el mundo y con muchos amigos. Para cuando nos dimos cuenta, era la hora de cenar así que nos fuimos para allí.
Una vez que llega la noche... Pamplona se desata. Y el día 7 y en sábado es una auténtica locura que no se puede expresar con palabras, hay que vivirlo para poder entenderlo. Bares y más bares y el reencuentro que amigos que no veía desde hace tiempo. Uno de Londres, una de Barcelona, y otros de Pamplona, pero que por diferentes circunstacias se había perdido el contacto. Y durante estas horas de nocturnidad, tenemos tiempo para ver de todo. Hay gente que acampa en la Plaza del Castillo viendo conciertos y otro que compran todo tipo de artículos a los chinos para amenizar la fiesta.
Y una vez más, el cuerpo es el que nos dice cuando ir a dormir. Segunda noche de juerga, y todavía nos quedan 6 más, si es que no morimos antes.
El saber sí ocupa lugar.
Hace 7 años
2 comentarios:
Os he contado ya que alguno se va a merendar un megafono antes del 14?
Tengo jaquequita...
jajajajaja
pues el día 14 tendremos que regatear para pillar un megáfono para el Portland :P
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