El maravilloso mundo del spinning

Ayer tuve otra clase encima de la bici. Había oído decir a mucha gente, que esto del spinning engancha, pero no ha sido hasta hace poco, cuando me he dado cuenta de que tienen razón. Sin ir más lejos, hoy tengo que imponerme a mi mismo un obligado descanso, después de haber entrenado, incluso algún día en doble sesión, 7 de los últimos 9 días. Mi cuerpo me pide un parón aunque sea de uno o dos días si quiero reventar.

Eso sí, hoy echare de menos la música, el ambiente, los sudores, la merecida ducha... pero es algo que necesito, porque igual de importante es entrenar, como descansar.

Mañana iré otra vez a darlo todo, y descansaré hasta el lunes, que volveremos a la carga con energía renovadas y las mismas, o incluso más ganas.

Si podéis, probar una clase o dos, porque os aseguro que os gustará.

P.D: ¡menuda diferencia entrenar con zapatillas adecuadas y pulsómetro!

De vuelta

Ya se que os he dejado bastante abandonados este mes de agosto, pero que queréis que os diga, no me apetecía mucho escribir en vacaciones, me daba pereza.

Ya he vuelto al trabajo y bueno, ésto hay veces que me parece una especie de obligación para con mis lectores.

Este mes no ha tenido nada especial, salvo mi cumpleaños, ya que han sido una vacaciones tranquilas enfocadas casi por completo a hacer deporte: spinning, elíptica, correr e incluso golf. Hacía mucho tiempo que no cogía los palos, y pasó lo que tenía que pasar: desastre total. Pero bueno, por lo menos recordé buenos momentos y pasé dos mañanas bastante agradables en compañía de mi padre.

El spinning, marcha viento en popa. Ahora que tengo pulsómetro y zapatillas (gracias a Ali y a mi padre por los regalos) entreno más cómodo y controlado, aunque si la profesora está con ganas de caña, no te salva nadie, jeje.

Espero retomar otra vez las entradas, ahora que hemos vuelto a la siempre añorada rutina.

Un saludo para todos y gracias por seguir ahí.