- ¿Hola, está Juan?
- Sí, ¿quién es?
- Soy Luis, ¿puede Juan bajar a jugar con el balón?
- Sí, pero tiene que subir pronto para hacer los deberes y cenar.
- Vale, muchas gracias.
Quiero pensar que esto sigue pasando hoy en día, pero me temo que es mucho pensar. EL telefonillo del portal se ha sustituido por un sms entre los móviles de chavales de 10 años, el bocata de chocolate por una hamburguesa o bollería industrial, y el jugar al fútbol o pasear con la bici, en consolas, botellones y demás entretenimientos actuales.
Hecho de menos las bicis tiradas por las aceras, los bordillos llenos de chapas con caras de ciclistas en el interior, las gomas negras atadas entre farolas, los jardines infectados de críos pegando patadas a un balón...
Es una pena que los chavales ya no sean como antes. Y no quiero entrar en temas de educación, porque es lunes y quiero empezar bien la semana.
El saber sí ocupa lugar.
Hace 7 años
3 comentarios:
En el verbo echar lo primero que se echa es la h. De eso tampoco hace tanto tiempo, jeje.
Por lo demás, totalmente de acuerdo.
Ya te digo.A las niñas nos dabas un trozo de goma (de esas de las mercerías) por 5 duros y jugabamos toda la santa tarde,o unos patines (t caías contra puro cemento pero como si nada), o sencillamente usabamos el bote "del Fayri o del Mistol" para remojarnos en interminables guerras de agua (terminadas en riña materna normalmente) en verano.Ahora? pero si para mojarse necesitan artilugios enormes autopropulsados y carisimos!! lo más triste: no son mas felices.
Es que antes había menos movimiento. Y la zona donde vives no es la más tranquila.
Otra cosa son los barrios dormitorios donde tienen más sitio. En mi caso, por la zona de mendillorri veo a los chavales quedar, salir e ir a jugar al fútbol, como hacíamos antes (tienen los jardines y colegios)
La verdad que la cosa ha cambiado pero también cambió para nuestros padres que vivían de otra forma cuando eran jóvenes. La vida evoluciona, quieras o no. C'est la vie.
Saludos.
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