Este sabado fue la licenciatura de Alicia. Ya está más cerca de convertirse en médico, ya que sólo le falta alguna que otra asignatura y el MIR, la pesadilla de todo estudiante de medicina.
Pero el sábado fue un día para disfrutar y divertirse y así fue desde que se acabó el acto. La verdad es que no he estado en un acto tan aburrdio a pesar de haber visto varias diplomaturas y licenciaturas. Pero claro, cuando el delegado de curso tiene ganas de hablar y agradecer a todo hijo de vecino y se pega casi 40 minutos, pues acabas un poco hasta el gorro.
Pero luego llegó lo bueno. La comida en la que se conocieron los padres de Ali y los míos, la sobremesa con un cubata que me supo a gloria, para pasar a la cena y la fiesta en Garés. No había estado nunca en la sala de Puente la Reina, pero la verdad es que me gustó bastante el sitio. Estuvimos muy agusto y nos dieron más de las 4, pero lo pasamos muy bien entre bailes, música y algún que otro cubata.
Al final, como todos los días importantes, tardan mucho en llegar y se pasan muy pronto, pero el recuerdo estará ahí para siempre, al igual que las fotos.
¡Enhorabuena Alicia! Ya no queda nadaaaaaaaaaa.
El saber sí ocupa lugar.
Hace 7 años
3 comentarios:
Eso eso, ¿y las fotos?
Las fotos para cuando llegue a casa.
Vas a tener una futura funcionaria en casa! A ver si también dices que no da palo al agua!! jajajaja
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