Hacía frío, pero en mitad de la playa había una hoguera donde poder calentarse. Ella se abrazó a mí buscando calor. Apoyó su cabeza en mi pecho, apretando más fuerte. De repente, sus labios subieron para besar suavemente mi cuello. Al principio me asusté un poco, pero luego me dejé llevar. Sus besos me hicieron sentir muy bien. Pero de repente, su boca subió lentamente hasta encontrarse con la mía. Fue un beso muy intenso, demasiado. Nos despedimos, pero estaba claro que eso había sido sólo el principio.
7 comentarios:
Siempre he sabido que eras un romántico empedernido ;-P
po zi, pero que le vamos a hacer...
Como andamos...exate una novia pero ya!!
joe, consigueme una, que no es tan fácil
Si, no te preocupes, una de las 10 que rechazo yo cada dia...
En realidad crees en el celibato como forma de vida.
Sigue igual y sigue escribiendo, puede que la falta de ello te de alas para escribir.
Buf!! Creo que he tenido una subida de azúcar...
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