Después de tomar algunas decisiones
importantes en mi vida y de haber más o menos superado mis problemas
emocionales y depresivos, ahora he decidido ponerme objetivos a largo
plazo.
El
primero, y claramente más importante, es asentarme en el trabajo y
volver a disfrutar la vida normal, que tanto he echado en falta.
El
segundo, y para mí el más ilusionante, es que me he puesto en manos de
un entrenador personal para trabajar en el gimnasio. Como muchos sabéis
he tenido épocas de mucho ejercicio, a veces hasta demasiado, pero ahora
mismo no me veo con fuerzas suficientes para arrancar de nuevo solo, y
ésta me parece una buena opción para retomar los entrenamientos de una
manera controlada y "obligada"
Todo
esto será compatible con la bici y el aikido. Sí señores, el otro día
volví a pisar un tatami y la experiencia fue buena y mala a partes
iguales. La sensación de volver a entrenar me gustó mucho, pero los
malditos vértigos que estoy sufriendo por problemas cervicales, hicieron
que no pudiese caer todo lo que me hubiese gustado y encima pasé un
viernes que ni la peor de las resacas. Supongo que la vuelta será muy
calmada y sin caídas por el momento.
Empiezan nuevos retos, y con ellos, nueva ilusiones, que al fin y al cabo, son las que nos hacen levantarnos por las mañanas.
Un saludo a todos y espero volver a coger el blog con ganas.