Cojo el café y el bollo, un periódico, cuando hay, y me siento en la mesa. Tomo tranquilamente lo que he pedido y disfruto de 5-10 minutos de lectura de la prensa local. Cuando acabo, me levanto, cojo la taza y el plato y lo acerco a la barra a la vez que me acerco a ella para pagar ( sí, tienen la mala costumbre de cobrarme lo que consumo ).
Es un pequeño gesto que a mi no me cuesta nada y que seguro que agradecen los camareros. Igual que lo haga yo sólo no tiene gran repercusión pero, ¿y si lo hacen todos? Estamos hablando de seguramente 45 minutos de trabajo ahorrados al día haciendo algo que a nosotros no nos supone esfuerzo alguno. Seguro que tenemos a los típicos que dirán que para eso les pagan, que son lo mismos que llenan los estadios de pipas y la calle de papeles alegando el mismo motivo, "que lo limpien los de la limpieza que para eso les pagan".
Los trabajadores están para hacer el trabajo necesario, no el extra que le ponga la gente. Y si bien es cierto, que nadie nos obliga a recoger la vajilla de las mesas, es un pequeño gesto que ayuda mucho.
El saber sí ocupa lugar.
Hace 7 años